VIVIENDAS ADAPTADAS, UNA INVERSIÓN PRESENTE Y FUTURA EN MADRID

En las últimas décadas, algunas promotoras han ido adaptando el diseño de las viviendas a las necesidades de todas las personas, hasta consolidar un paradigma y un modelo constructivo diferente al que existía hasta finales del siglo pasado. Estas promotoras buscan ofrecer a sus clientes viviendas plenamente adaptadas a sus necesidades de movilidad. Para ello, no solo cumplen lo que exige la normativa vigente, sino que aportan un valor añadido con la finalidad de satisfacer todas las expectativas.
Hay que tener en cuenta que disponer de unas buenas condiciones de accesibilidad no es solo indispensable para las personas con movilidad reducida, sino que beneficia a cualquier habitante del inmueble. Lo normal es que, cuando nos hacemos mayores, nuestra movilidad se vea afectada. Y no es lo mismo subir un par de escalones cuando tenemos 30 años que hacerlo con 80. Por eso, la supresión de barreras arquitectónicas es, además de una obligación legal, un imperativo moral y una inversión a futuro, especialmente si tenemos en cuenta que nuestra sociedad tienda a aumentar su esperanza de vida media.
En Madrid y Barcelona hay promotoras que trabajan con esta idea. Los proyectos de obra nueva de Premier responden a una visión integradora de la vivienda, concebida como espacio de vida, y por tanto plenamente funcional según las necesidades de cada morador.
¿Qué debe tener una vivienda para considerarse adaptada?
Hoy vamos a fijarnos en una de esas promociones. Residencial Tayrona es una promoción de pisos en Rivas-Vaciamadrid. Todas las viviendas tienen un diseño y unas características específicamente pensadas para beneficiar el ingreso y la accesibilidad en todo el inmueble. Se trata además de un edificio sostenible con calificación energética A, lo que reduce significativamente sus necesidades de calefacción y refrigeración.
En ocasiones, es difícil darse cuenta de las dificultades de una persona con movilidad reducida sin ponernos en su piel. Quienes tienen movilidad plena no observan que un pequeño escalón para ellos es un obstáculo insalvable para una persona en silla de ruedas.
Por eso, una vivienda adaptada no tiene barreras arquitectónicas que impidan o dificulten el acceso, pero además debe incorporar algunas características que faciliten la movilidad a personas con discapacidad o movilidad reducida. Estas personas tienen derecho a acceder en igualdad de condiciones a los espacios públicos, y aspiran a que las viviendas satisfagan sus necesidades. Por eso, el criterio que prima es el de la funcionalidad: se trata de que estas personas vivan en un espacio seguro y funcional.
Hay algunos elementos que hacen de una casa una vivienda adaptada. Por ejemplo:
- Todas las puertas deben tener al menos un ancho de 80 centímetros, mientras que los pasillos deben tener un ancho de al menos 90. Además, es muy importante que los ángulos permitan el giro de una silla de ruedas. En este sentido, hay que tener en cuenta que las sillas eléctricas pueden tener un volumen mayor y presentar dificultades de giro.
- Los suelos deben ser antideslizantes y lisos para evitar tropiezos.
- La puerta de baño debe abrirse hacia afuera para poder abrirse en caso de caída, y el lavabo debe tener una altura de unos 80 centímetros para que pueda usarlo una persona en silla de ruedas. Además, el cuarto de baño debe permitir la maniobrabilidad con la silla.
Estos son solo algunos detalles que hacen de una vivienda un espacio adaptado, pero hay muchos más. Una vivienda adaptada puede parecer innecesaria con 30 años, pero es indudable que nos puede facilitar la vida en etapas más avanzadas.